La pintura acrílica es una de las más comunes y versátiles a la hora de empezar a pintar sobre lienzo.
El acrílico nos da mucho juego hablando de las diferentes formas de usarlo.
La primera técnica sería una muy sencilla, cepillado en seco, para esta técnica necesitamos: Un pincel o cepillo seco y pintura acrílica sin diluir en agua. Al no diluir la pintura, esta va a tener unos bordes muy marcados y un color muy intenso, también se van a marcar los surcos de las fibras del pincel y esto hará que nuestra pintura tenga una textura diferente y un relieve marcado.
La segunda técnica es la técnica de lavado o agua, esta nos permite usar el acrílico como una acuarela, mezclar la técnica en seco con esta da un toque muy especial y diferente a la obra pues son dos técnicas opuestas pero a la vez complementarías al usar el mismo tipo de pintura.
La tercera técnica es el puntillismo, es muy poco popular usarla con pintura acrílica pues es muy tediosa al tener que controlar la presión en cada punto para hacerlos más o menos iguales y que los degradados queden bien hay que practicar mucho aunque en un dibujo sencillo es una de las técnicas más bonitas para mi gusto.
Espero que os hayan gustado estas técnicas y las provéis.
El acrílico nos da mucho juego hablando de las diferentes formas de usarlo.
La primera técnica sería una muy sencilla, cepillado en seco, para esta técnica necesitamos: Un pincel o cepillo seco y pintura acrílica sin diluir en agua. Al no diluir la pintura, esta va a tener unos bordes muy marcados y un color muy intenso, también se van a marcar los surcos de las fibras del pincel y esto hará que nuestra pintura tenga una textura diferente y un relieve marcado.
La segunda técnica es la técnica de lavado o agua, esta nos permite usar el acrílico como una acuarela, mezclar la técnica en seco con esta da un toque muy especial y diferente a la obra pues son dos técnicas opuestas pero a la vez complementarías al usar el mismo tipo de pintura.
-Carmen
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